Los congresos se popularizaron sobre todo a partir de 1984, con el retorno a la vida democrática del país. Duraban entre uno y varios días y en
ellos exponían distintos especialistas en la materia. Eran arancelados y se acostumbraba a entregar un certificado de asistencia. Estos congresos marcaron distintas posiciones de los grupos de
parapsicólogos, que se agrupaban alrededor de ellos. Con el correr del tiempo esta forma de divulgación fue colonizada por el charlatanismo.